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Creciendo con Europa

Asunción Herrero
Asunción Herrero

Que la Unión Europea influencia nuestras vidas es un hecho. Somos parte de ella desde hace ya casi treinta años y, desde entonces, ha ido ordenando e interviniendo cada vez más en diversos aspectos de nuestras vidas. 

 

Para algunos, esta influencia ha sido más profunda desde el momento en el que ha guiado muy directamente nuestra formación o está en nuestro día a día a través de nuestro trabajo. Para mí, nuestra relación empezó seriamente con la asignatura de Estructura Económica de la Licenciatura en Economía en la Universidad de Salamanca, donde se introducían las claves de la economía mundial con especial atención a la integración económica que suponía la Unión Monetaria Europea, toda una inspiración. En el siguiente curso, una beca Erasmus, programa europeo de movilidad para estudiantes de educación superior, hoy conocido por todos, hizo posible finalizar los estudios en una universidad extranjera ampliando claramente las fronteras personales y profesionales y compartiendo experiencias con multitud de jóvenes de los cinco continentes y especialmente europeos. En aquel momento en la Universidad de Uppsala (Suecia), recién estrenado el milenio, una de las asignaturas de moda entre los estudiantes extranjeros era Teoría de las organizaciones, donde se apreciaban las bondades de la cooperación internacional en la creación de sinergias para el crecimiento económico y abiertamente se debatía sobre la repercusión que para cada país europeo tenía la integración en el ámbito de nuestra unión, con opiniones muy dispares, todo hay que decirlo.  

 

De vuelta, una visita a la biblioteca Francisco de Vitoria, como despedida a la vida universitaria en el campus salmantino, me ayudó a definir mi futuro y mi relación con la Unión Europea. Uno de los carteles informativos que siempre encontramos en la entrada y accesos invitaba a ser «Experto en Estudios Europeos», difícil tarea, vista la amplitud de campos abiertos, la celeridad con la que éstos cambian y la multitud de acontecimientos que influyen en todos ellos. Acepté el reto que proponía la Universidad de Deusto, en Bilbao, y pude acercarme al origen de esta unión y a las uniones del origen; a sus pilares y sus instituciones; a los padres fundadores; a las políticas, los programas y proyectos; a los numerosos fondos y a tantas cosas que en tan poco tiempo han cambiado tanto. Momentáneamente me sentí una experta y en ese mismo año 2002 celebré el momento histórico de la bienvenida al euro con un viaje en Interrail por  cinco países europeos, sin tener que cambiar moneda más que para conseguir los recién estrenados euros con los símbolos propios de cada país. Tampoco fue necesario pararse en las fronteras, pero eso ya no era una novedad desde hacía tiempo… 

 

El segundo año del máster lo combiné con una especialización en Gestión financiera en el espacio europeo en la Universidad de Nancy (Francia), ese fue el momento de descubrir que la Unión Europea no nos interesa sólo a los europeos, sino que va más allá de nuestras fronteras con una amplia difusión e interés por parte de los países del Mundo Árabe. Por aquel entonces, la mitad de los estudiantes del Centro Europeo Universitario de Nancy tenían esta procedencia y algunos de ellos eran ya trabajadores en activo de sus gobiernos o de empresas nacionales de relativa importancia. Acabado el curso, y durante el último verano de la Europa de los 15 y bajo las presidencias de Grecia e Italia tuve la oportunidad de hacer prácticas en un Consejo que invitaba a participar en sus reuniones ya a sus futuros integrantes de la Europa de los 25, con voz pero sin voto. En aquel momento Javier Solana era el Alto Representante de la Unión Europea en política exterior y de seguridad y amablemente recibía a los stagiaire con alguna broma que hacía ver cómo algunos de los estereotipos europeos, por suerte, van quedando en el olvido.

 

Después de esta aventura europea llevo ya once años trabajando por el desarrollo rural en la provincia de Salamanca. Muchas de las actividades que se promueven están financiadas con cargo al Fondo Social Europeo y van dirigidas al fomento de empleo, con especial atención a la inclusión social y la lucha contra la discriminación en cualquiera de sus formas. En todas las acciones que se promueven se debe hacer visible la cofinanciación europea informando a los participantes o beneficiarios de la procedencia de la iniciativa y de los fondos. En todos estos años he observado como la Unión Europea es una realidad cada vez más cercana y reconocible, cómo sus instrumentos, medidas y actores ya han dejado de ser algo ajeno y, al igual que en otros muchos aspectos de nuestra existencia, lo que nos influye y nos condiciona día a día puede hacerlo mucho más y de forma muy positiva, en la medida en la que nos impliquemos en lo que nos ofrece que, en este caso, no es poco. 


Asunción Herrero Ginés

Licenciada en Economía, Universidad de Salamanca.

Máster de Estudios Europeos, Universidad de Deusto, y DESS Gestion Financière Et Espace Européen, Universidad de Nancy 2 (Francia).

Actualmente, Técnico de Gestión en el Ayuntamiento de Alba de Tormes.



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Comentarios: 1
  • #1

    Carlos Wefers Verástegui (lunes, 20 abril 2015 13:11)

    Bueno, pues, me alegro por Ud., por haber puesto su cara y haber transmitido su trayectoria PARTICULAR. Eso me recuerda a cierto vecino mío que, volviendo de un viaje a la India, me aseguró que allí, casi se vive igual que en España, o de una conocida que afirma que en Turquía hay más democracia que en España, o de un antiguo amigo que durante su estancia en Irán no percibía ninguna opresión. Para eso están los relatos tan personalizados...