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UNA FORMA INNOVADORA DE BUSCAR EMPLEO

Los chicos de la I Lanzadera de Empleo y Emprendimiento Solidario de Salamanca comenzamos nuestra andadura hace ya más de cuatro meses. 

Llegamos sin saber muy bien en qué nos habíamos metido. La Lanzadera había aparecido en nuestras vidas mediante conocidos, páginas de redes sociales, por la búsqueda diaria de alternativas para cambiar nuestra situación o por pura casualidad. El significado que iba a tomar en nuestro día a día pasaba desapercibido a la hora de romper el hielo en la primera sesión. No era más que una quimera la dimensión que iban a tomar conceptos como la solidaridad, el trabajo en equipo o la marca personal.


El trabajo de Mar Quintero, nuestra coordinadora, empuje y diario de confesiones, nos lleva continuamente a incentivar el desarrollo personal. Exportar nuestro valor fuera de nosotros mismos, salir de nuestra zona de confort y atrevernos a hacer cada día algo importante en lo que no nos sintamos cómodos. Ampliar esa zona diariamente y lograr que nuestras áreas de mejora se conviertan en fortalezas, enterrando el concepto de milagro y creyendo en el progreso y el día a día. La gestión eficaz del tiempo, la comunicación asertiva, la resolución de conflictos. Saber vivir en una época donde la incertidumbre es predominante. Tener metas y conseguirlas sabiendo quién es el verdadero protagonista entre ambos puntos: nosotros mismos.


A las sesiones grupales, y la división por departamentos, se unieron las individuales. Ese pequeño mundo interior que tenemos y esa línea recta, curva en ocasiones, con bajadas plácidas y subidas agotantes a veces, forma lo que somos. Nuestros valores. Nuestras fortalezas. Nuestra marca personal. Explotarla y distinguirnos es el objetivo en el mercado de trabajo actual, donde una formación otrora excepcional ya no significa tanto para las manos en que caen nuestros curriculums. El trabajo personal va unido al grupal, ya de equipo, en jornadas de trabajo que fueron ampliándose con el paso del tiempo.


La visita al aula de emprendedores, con historias personales diferentes, abrieron los ojos de muchos integrantes que no habían barajado una posibilidad muy valorable en la realidad laboral con la que convivimos. La cultura del esfuerzo, del bajón, de los estados anímicos que se enfrentan. De la hormiga frente a la cigarra. El emprendedor es hoy un héroe cotidiano y no sólo vale una idea, genial quizás. El valor común que reúnen los casos que tuvimos el placer de conocer en nuestro espacio es la constancia, innegociable cuando alguien está dispuesto a esforzarse más que tú, tal vez con más y/o mejores recursos. Esfuerzo, trabajo y amplitud de miras.


Precisamente esa amplitud de miras es lo que también nos hace ver al mundo, y en especial a Europa, como un territorio que debemos explorar, sin movilidades reducidas, tanto a nivel de emprendimiento como trabajando por cuenta ajena. Si por algo se ha caracterizado la historia de España es por relacionarse con el mundo. No hace falta irse mucho más allá de dos o tres generaciones anteriores para comprobarlo. Suiza, Alemania, Francia. En el caso de Susana Rubio, con Magisterio Especialidad en Inglés, la habilidad para hablar diferentes idiomas es considerada como fundamental en la sociedad global en que vivimos. El francés es un punto extra también para ella, como lo es para Ramón Sánchez, un habitante más durante dos años de la bellas Pomerol y Saint-Émilion, cercanas a Burdeos, pueblos rodeados de viñedos donde pudo trabajar junto a su pasión. El inglés y el francés, como el castellano, no tienen horizontes. Cruzan mares, océanos y llanuras. También el portugués, con el que Edith del Campo es capaz de saltar el charco y traernos imaginariamente a Caetano Veloso, como lo tuvo que hacer él en persona en los sesenta y setenta hacia Londres y Madrid, por culpa de la dictadura brasileña. E injusto sería terminar párrafo sin la irrupción de María Cotovanu, que tuvo que abrir mente y maleta para cumplir ya diez años desde que vino de Rumanía. Europa está en nuestra zona de confort.


La labor en la Lanzadera no se limita solamente a ese “trabajo de oficina”. De aula. Junto a los departamentos de Formación, Emprendimiento y Empleabilidad, se encuentra Marketing y Comunicación. La visibilidad es clave en el programa, contando ya en nuestro haber éxito en redes sociales, apariciones en televisión y entrevistas en radios, expulsando los nervios de lo que se deja ver y oír. Las intermediaciones empiezan a copar nuestra agenda y las inserciones van siendo efectivas. El evento solidario realizado en octubre y, sobre todo, el Foro de Empleo del pasado 4 de noviembre, son las inmensas montañas escaladas por el equipo con gran éxito, que no cesará en su empeño hasta la bajada de telón, el 30 de noviembre. Nuestro trabajo, dedicación y objetivos cumplidos también adquieren el concepto de responsabilidad, ya que los chicos y chicas de la II Lanzadera de Empleo y Emprendimiento Solidario de Salamanca no partirán desde cero. Demostrando que es posible. 



Manuel Alejandro Diaz Pinto

Participante de la I Lanzadera de Empleo y Emprendimiento Solidario de Salamanca

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